LAS MUJERES EMBARAZADAS DEBEN TOMAR MEDICACIÓN PARA LAS NÁUSEAS Y LOS VÓMITOS
La rapidez y la elección del fármaco más seguro son esenciales para la salud de la madre y el bebé
"Para el 1% de las mujeres embarazadas, estos síntomas se convierten en náuseas y vómitos graves. Es lo que llamamos hiperémesis gravídica (HG), un problema grave que debe tratarse adecuadamente. Las embarazadas con hiperémesis pueden experimentar una pérdida de peso severa (más de 20% de su peso pregestacional), deshidratación y alteraciones metabólicas, que conllevan un empeoramiento de su estado general y repercusiones importantes tanto para la madre como para el feto, requiriendo ingreso hospitalario", explica el Dr. Cabral.
Las mujeres que experimentan náuseas y vómitos de moderados a graves, es decir, síntomas que se sienten hasta diez veces al día, necesitan tratamiento. Para orientar correctamente a los médicos, la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (FEBRASGO) ha publicado nuevas directrices para el tratamiento de las NVG. El documento ayuda a los médicos presentando nuevos datos, estudios y las mejores opciones de tratamiento.
La nueva directriz de Febrasgo aporta dos cambios principales: el primero trata de la importancia de la intervención precoz, ya que, al considerarse síntomas normales del embarazo, a menudo no se aborda el problema de la forma adecuada. Y este retraso puede causar daños permanentes al feto, ya que se produce un desequilibrio metabólico.
"El tratamiento precoz de la NVG evita que se produzcan situaciones graves y potencialmente irreversibles para la embarazada y su bebé. Publicaciones recientes demuestran que las deficiencias de micronutrientes (minerales y vitaminas) derivadas de la NVG pueden provocar embriopatías graves y alteraciones en el neurodesarrollo, además de los problemas emocionales y el trauma que un embarazo con vómitos y náuseas prolongados puede causar a las madres", subraya el profesor de la UFMG.
El otro cambio en la nueva guía de la Federación destaca el ondansetrón, que pasa a ser la primera indicación de fármacos para el tratamiento de la NVG, porque además de su eficacia y baja incidencia de efectos secundarios, es el único principio activo con estudios que demuestran que no interfiere en el neurodesarrollo de los bebés, según el estudio de Larrimer et al.
"El uso de medicamentos durante el embarazo es motivo de preocupación para las mamás, y debe serlo, pero en casos de DGV es necesario, sobre todo para proteger al niño. Todos los medicamentos disponibles son seguros desde el punto de vista de la teratogénesis, pero el ondansetrón, en particular, también ha demostrado ser seguro en términos de no interferir en el futuro neurodesarrollo del niño expuesto a él durante el embarazo. Esta seguridad es una de las principales razones de su uso generalizado en todo el mundo", afirma el Dr. Antonio Cabral.