Un medicamento en colaboración con la USP apoya la internacionalización de Biolab
Entre los principales laboratorios farmacéuticos de Brasil, Biolab es el más joven, con sólo 22 años, y apuesta por la innovación para acelerar su proceso de internacionalización. La estrategia para alcanzar este objetivo pasa por el principal medicamento de la empresa, el antiemético Vonau Flash (ondansetrón), indicado para vómitos y náuseas. Desarrollado por la Universidad de São Paulo (USP), con el apoyo financiero de Biolab, el medicamento es un caso de éxito.
"Se trata de la mayor innovación incremental realizada por una empresa farmacéutica en Brasil en asociación con una universidad", afirma el director general Cleiton de Castro Marques. En la actualidad, el fármaco representa el 90% de todos los royalties destinados a la USP. Sólo este año, la universidad recibirá más de R$ 4 millones de Biolab. El objetivo de la empresa es lanzar Vonau Flash en Perú, Ecuador y Colombia. "El medicamento ya está registrado en México, América Central, Arabia Saudí y los países árabes. Su formulación también se está adaptando en nuestro laboratorio de Canadá, con el objetivo de llegar a los mercados norteamericano y europeo", afirma Marques.
El antiemético acapara más del 50% del mercado de las náuseas en el país y se caracteriza por su capacidad de disolverse por vía oral en entre 15 y 20 segundos, con un efecto rápido en el organismo. Los estudios comenzaron en 2004 y la patente fue concedida el 13 de marzo de 2018. En agosto de este año, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) reconoció la innovación del medicamento y mantuvo la patente con Biolab y USP.
Otro medicamento que también contribuye a la expectativa de internacionalización es el antifúngico Zilt (dapaconazol). Se trata del primer producto de innovación radical desarrollado por una empresa farmacéutica en América Latina y se espera que llegue al mercado en el segundo semestre del próximo año. La fórmula farmacéutica fue 100% desarrollada por Biolab, fruto de ocho años de trabajo, y tiene patente solicitada en los principales mercados internacionales.
Para el CEO de Biolab, los mayores obstáculos a la innovación en Brasil siguen siendo los aspectos regulatorios, que necesitan ser más dinámicos, así como una mayor agilidad del INPI y de los órganos de análisis de patentes. "No se puede esperar de 12 a 15 años para tener una patente analizada", dice. Otro punto es la petición que las industrias están haciendo a la Cámara de Regulación del Mercado de Medicamentos (CMED) para que las empresas puedan ser remuneradas por la innovación.
Biolab lanzó 40 productos este año, entre genéricos y marcas. La empresa farmacéutica también ha destinado R$ 450 millones a la construcción de un complejo industrial en Pouso Alegre (MG), que estará parcialmente operativo en 2020 y plenamente operativo a finales de 2022. Se espera que genere unos 800 puestos de trabajo directos.