El corazón de las mascotas exige cuidados
Las cardiopatías figuran entre las principales causas de morbilidad en los animales de compañía, especialmente en los ancianos
El corazón de un perro o un gato trabaja a un ritmo intenso: miles de latidos al día garantizan el funcionamiento de todo el organismo. Cuando algo va mal, las consecuencias pueden ser graves y afectar en gran medida a su bienestar. Por eso, cuidar la salud cardiovascular debe formar parte de la rutina de prevención de su mascota desde una edad temprana.
Aunque las cardiopatías son más frecuentes en animales de edad avanzada, también pueden aparecer en adultos jóvenes y desarrollarse sin síntomas evidentes. El diagnóstico precoz es esencial para evitar complicaciones y garantizar una vida más larga y saludable.
Señales sutiles
Los cambios de comportamiento pueden indicar que el corazón no va bien. El cansancio, la tos seca, la falta de aliento, los desmayos y la negativa a jugar son signos que requieren atención. "Muchas cardiopatías se desarrollan de forma silenciosa y, cuando el tutor advierte signos claros, la afección puede estar ya avanzada. Por eso, los chequeos rutinarios son esenciales para un diagnóstico precoz", explica Janaína Peres, veterinaria y responsable de producto de Avert Saúde Animal.
Las consultas periódicas y las pruebas complementarias rutinarias, como ecocardiogramas y electrocardiogramas, ayudan a identificar alteraciones antes de que repercutan en la calidad de vida.
Una dieta equilibrada es un aliado del corazón
La dieta desempeña un papel directo en la salud cardiovascular. Una dieta equilibrada, con nutrientes adecuados a la edad y la condición física, ayuda a prevenir el sobrepeso y las enfermedades crónicas que sobrecargan el corazón. "Los animales que reciben dietas equilibradas, con nutrientes adecuados a su edad y condición física, combinadas con una actividad física regular, viven más y desarrollan menos enfermedades crónicas", explica la veterinaria y doctora en nutrición animal Luciana Oliveira.
Según ella, un exceso de aperitivos y brebajes caseros sin orientación favorece la obesidad, que acelera los procesos degenerativos y aumenta el riesgo de inflamación y envejecimiento prematuro. La experta también recomienda que los cambios en la dieta sean siempre supervisados por un profesional. "No existe una dieta única que se adapte a todos los animales. Lo ideal es ajustar el tipo y la cantidad de comida en función de la etapa vital, el nivel de actividad y el historial de salud", afirma.
Para Luciana, la longevidad está directamente relacionada con la calidad de vida. "Una mascota que llega a los 15 años activa, con buena movilidad y apetito, probablemente ha tenido una vida equilibrada. La alimentación desempeña un papel fundamental en este resultado", observa.
Omega-3, el amigo del sistema cardiovascular
Entre los nutrientes de apoyo cardiaco más estudiados figura el omega-3, un tipo de grasa esencial con acción antiinflamatoria y efecto protector de los vasos sanguíneos. Un estudio publicado en PLOS One descubrió que los perros con enfermedad de la válvula mitral suplementados con omega-3 tenían un menor riesgo de arritmias y una progresión más lenta de la enfermedad.
Los componentes EPA y DHA presentes en este nutriente actúan regulando la presión arterial y la conducción eléctrica del corazón, además de beneficiar al cerebro y los ojos. Otra investigación, publicada en Revista de Medicina Interna Veterinaria demostró que el omega-3 reduce las sustancias inflamatorias y ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular común en animales con insuficiencia cardíaca.
Conviene recordar que cualquier suplementación debe realizarse bajo la supervisión de un veterinario.
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